sábado, 11 de abril de 2015

Esa parte de mi cuerpo

Hoy estoy intocable, respiran en mi oido y lloro, una parte de mi está demasiado triste, vacía, muerta; arrrancada de mis entrañas, una parte de mi cuerpo, mi hijo, que también es parte mía, no está conmigo, no se si es mi corazón que ya no late, o es mi cabeza que no razona, o acaso mi estómago que no siente hambre, o mis pulmones que no respiran o mis piernas que se resisten a avanzar, o mis brazos que no tienen fuerzas para sostener nada, o que parte de mi cuerpo, porque eso es mi hijo, una parte de mi cuerpo que ya no está presente en mi vida.

Volverá, se que volverá todos lo dicen, pero la espera es larga y mi virtud nunca ha sido la paciencia, por el contrario la desesperación y la impaciencia son mi esencia y característica que ahora parecen reírse y burlarse frente a mi a carcajadas mientras me retuerzo en el suelo de dolor desconsolada pensando porque tiene que sucederme esto.

Hoy es 11 de abril, mi pequeño cumple un año y medio, estariamos en casa comiendo  pye de limon seguramente, habría soplado una velita junto a sus tios y su bellita, también habríamos invitado al abuelo y tendríamos las tipicas fotos en fb como cuando todo parecia normal, ¿cuanto puede uno sostener una familia de mentira? cuanto puede uno fabricarse la felicidad? creerse a si mismo que todo esta bien, que todo va  a pasar?

Rebelarme a esa mentira trajo esta consecuencia? hubiera sido mejor seguir la vida que tenía? mil veces no lo creo, a pesar del dolor que siento, cuando mi hijo vuelva a mi lado se que todo sera mejor para ambos y le dare una familia de verdad, felicidad de verdad, fotos de amor de verdad, sonrisas de verdad, momentos de verdad, no poses para fb.

Durante 9 meses vivio dentro de mi, su corazón latió junto al mio, me cuide y lo cuide para que naciera pues la vida se encaprichó con su nacimiento y lo hizo difícil para mi desde un inicio, echada en una cama, con todos los cuidados con 3 amenazas de aborto decidí hacer todo lo que el médico dijera para que mi hijo nazca y así fue, lo logramos, tal como lo planeamos, porque lo conversábamos, claro, él no respondía pero yo le hablaba cuando estaba en mi barriga, le decía mi amor, tienes que colaborar, ya vas a nacer, y tiene que ser por parto natural, Sebastian fue muy obediente y se acomodo a tiempo, el día del parto se movía como si quisiera salir desde mi ombligo, salio como si fuera un pez que nadaba hacia la luz, así lo imaginaba yo en cada contracción, en cada dolor de parto, no era dolor, era su rostro hacia la luz, y sus manitos abriendose paso, mi garganta conteniendo el pujo para tomar fuerza y darle fuerza a él, trabajamos en equipo y lo logramos. Estuvimos y estamos conectados, por eso no quiero sentirme triste, porque pienso que mi tristeza la siente él y no quiero que mi amado principito sienta tristeza alguna, para él sólo quiero alegrías.